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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Septiembre ya empezó

Aaaaay...!!

Ya huele a esa brisa de septiembre, no lo queremos admitir, pero si amigos, huele, y todos sabemos lo que significa…

Sí, eso, precisamente, eso.

Así que:

¡¡¡ No nos podemos dormir!!!  

¡¡¡ Tenemos que celebrar el fin de verano como se merece!!!

Y lo hicimos, y de la mejor manera. Después de un verano marcado por los conciertos y los festivales (de los que todavía nos quedan cosas por contar)  no podía ser más idóneo el día que el que Lori Meyers (de los que hay que decir que nos hemos hecho fans, pero fans, fans) venía a Salamanca para vernos para poner broche final a estas fiestas.

Llegó el día y  llevamos a cabo el plan pre-concierto, que tras el intento fallido de ser los más groupies queriendo acampar en la plaza desde primera hora de la tarde (no nos engañemos, todos sabíamos que esto no iba a suceder) nos echamos a las casetas, móvil en mano, guiándonos por las más votadas, haciendo caso, una vez más de los consejos,  descubriendo pinchos misteriosos, como : “sorpresa de pollo”  que, como ya desvelamos, la sorpresa consistía en no ser pollo, mientras que el sector vegeta trataba de convencer a camareros para que su lacón con pimientos no llevara lacón. Nota: Si alguna vez queréis bloquear a un camarero no le digáis que os haga un cóctel extra elaborado, ni tan si quiera un té americano, no, solo probad a pedir algo sin carne, no, mejor, reveladle que el atún y el jamón york no son vegetales.

"lacón con pimientos"


Nos dio la hora crítica entre pinchos,  cañas, sinpas y pises y el groupie interior se apoderó de nosotros y vaso en mano volamos hacia la plaza, nos adentramos, pero estábamos mucho más lejos del escenario de lo que nos gustaría… oh,  ¡sorpresa!  Un verbenero, de los pro, que unos días antes le había parecido exagerado nuestro plan de acampar en la plaza horas antes, estaba allí, (su groupie interior había sido más previsor que el nuestro) ¡y más cerca! así que hicimos gala de la técnica del saludar y nos acercamos un poquito más. Bueno vale, no era primera fila, pero la tercera tampoco está tan mal… ¿no?

"Nuestras groupies interiores"


Allí estaban*, y nosotros y nuestra energía y nuestra voz, toda nuestra voz, con más repertorio que en anteriores ocasiones (esta vez, sin Anni B. Sweet, pero como el interesado becario estaba ausente, no lo lamentamos demasiado) hasta que sonó la esperadísima “emborracharme” anunciando el final, final que nos hizo abandonar la plaza al ritmo de un aflamencado “todo esto es culpa de la gente” que tomamos como himno.

Con toda la emoción (y el amor) en el cuerpo, continuamos por donde habíamos salvado: la caseta del bien de piki o más conocida como la del semehacaidoelbotedepimientosentupan.

Estaba claro que no fuimos los únicos que le dimos al continue, Salamanca no podía estar más llena, dentro, fuera, en todos los lados, los únicos sitios vacíos eran los hogares, pero no sólo los de Salamanca también del resto de provincias. Daba igual, no había filtro, la finalidad era entrar donde pudieras, hacerte con el bebercio y procurar conseguir tu metro cuadrado, a poder ser cerca del de tus colegas, OJO, si esto no pudieras llegar a hacerlo es muy importante que estés cerca de unos majos/as que a pesar de no conocerlos  te asesoren -en caso de que tu nivel etílico sobrepase los límites de la estética- sobre el/la colega que te estás ligando.

Las horas pasaban y la noche se acababa, aunque nos negáramos, era y fue inevitable.

El final de fiestas no pudo ser mejor, nunca antes un final de verano había sido así, tan disfrutado, o si, quizá es lo que pensemos una y otra vez, y quizá sea eso lo que lo haga grandioso: la sensación de que no volverá a haber un verano mejor como consecuencia de haberlo dado todo, de haber aprendido a disfrutar todos los momentos, de nuestro síndrome Peter Pan…  la sensación de que todo esto sea el más fantástico de los fatales.

Shhhheee!

 ¡Tampoco hay que alarmarse! Que la noche terminó ahí, y quizá el verbeneo veraniego, pero nos despedimos con la cumplida promesa de un vermú (para el que nos citaríamos pasadas unas horas con las más mejores y saludables de nuestras caras) que inauguró un nuevo periodo.


"El vermú"


¡Bienvenidos a una nueva etapa!

*el anecdotario del concierto merece un post aparte 

...qué tu cuerpo es pa’ darle alegrías

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No olvides que...


Todo esto es tan teenager..


Siempre con el corazón contento