Con la tecnología de Blogger.

jueves, 24 de octubre de 2013

¡Qué viva Manolo!

Baila que ritmo te sobra....


 
Ay qué pena penita pena, hoy estamos muy de luto en el sector verbenístico coplero. Como todos sabéis, se nos ha ido Manolo Escobar, un asiduo de todo sarao que se precie, en su versión física, versioneada o grabada. ¡Snifsnif!

En el parte de mediodía todo eran palabras de recuerdo hacia el señor Escobar, que, como no podía ser de otra manera, empezó su carrera cantando en bodas y bautizos. Se le veía venir, y desde entonces no ha faltado en ninguna fiesta post boda. Ya cuando empezaban las primeras notas de su pasodoble más famoso, "Qué viva España", la canción que más veces ha sonado en bailes cañís junto con "Los Pajaritos" de María Jesús y su acordeón, sentías que te recorría por el cuerpo un ansia imparable de arrimarte a cualquier Fred Astair de puro y caracoles y darte un gustito moviendo el bullarengue y cantando esa frase, hoy tan denostada que decía "¡...y España es la mejor!" Tirititititititi ¡¡chispun!!

Cuando era pequeña me producía una sensación extraña de no entender la famosa "Mi carro". Quién es este señor. Por qué ha perdido un carro en plenos años 80. Dónde pensaba ir con él, y con sus bueyes, claro. Quién pierde un carro hoy día así de fácilmente. Qué peana llevabas. Se habrá olvidado de dónde lo aparcó, claro. Cumpliendo años empecé a recapacitar si no sería una manera coloquial viejuna de llamar a su vehículo (los años del Príncipe de Bel Air hicieron mucho daño en nuestro vocabulario adolescente chulesco del oeste de Filadelfia), así como buga, tartana, 4 latas, cafetera, cacharro, la macchina é molto picola… Vamos, que el tema sería como una versión antigua de Colega, dónde está mi coche, y no un carro cualquiera, uno tunning con los clavos relucientes de oro, ojo. Ahora siento que jamás podré preguntarle esa duda, y nunca sabré si Manolo era un moderno adelantado a su tiempo como Camilo Sesto con su "Mola mazo" o hablaba más bien de un boyero asaltado por unos bandoleros en un camino (aunque para patillas, las suyas). 

Otra canción que me producía inquietud siendo niña es "La minifalda". Otra vez mil preguntas, sobre todo por no haber asistido jamás (me llena de orgullo y satisfacción decir esto) a una corrida de toros. La minifalda. Claro, con los años me he dado cuenta de lo picante de la situación, que no por ello menos machista, Manolitooo. Pero bueno, la cuestión era apelar de manera simpática al piropo de obrero, que es muy de esta tierra que nos ha visto nacer.

Manolo no fue hombre de moderneces, nunca traicionó a su peinado ni se unió a los yeyés musicalmente hablando, no perdió nunca ese tono de radio antigua, sino que fue más de apariciones tranquilitas a la vera de Carmen Sevilla y Parada en Cine de Barrio. No digo yo que ahora mismo su "Me voy pal campo" (con toque un poco maquinero, todo sea dicho) no esté de actualidad, que yo me uniría bien a gusto al neorruralismo y a ir de verbena en verbena de pueblo, y eso es así. Gracias Manolo por ese temón. 

Como dicen los típicos vecinos y paisanos de la quinta que han sido preguntados por la tele en estos duros momentos, era un gran artista. Y aquí quiero hacer un inciso. Ya no se dice artistas. Hay señoras que dicen artista, cuando hablan de Sara Montiel, Elvis o el Dúo Dinámico. Luego hay un vacío generacional y ya solo se llama artista al que hace arte, pincel en mano por ejemplo. Esto es porque antes, un coplero o cantante de otro palo, si era guapete (gusto según la época) le metían a hacer pelis. Ya no se estila esto y quiero hacer un llamamiento desde aquí para que vuelva esta costumbre que se ha dejado de lado desde las Spice Girls. Quiero ver a Pony Bravo en un superestreno titulado Noche de setas: The Movie, por ejemplo. He dicho.

Volviendo a Manolo Escobar, hubo un momento clave en que el siglo XXI le ha mirado a los ojos. Cuando Pitbull coge una de tus canciones y hace un mix, ahí lo tienes. Has pasado a la historia del yatusabeh.
Para terminar he de decir que mi canción favorita es el infinito "Porompompero". Puedes estar eternamente cantando esto, hasta que acabes en una habitación acolchada. Pero a mi, como que se me van los pies, me remango la falda y no necesito partenaire ninguno, las palmas se me van solas y me agarra un escorzo de espalda ancestral que quiere ser un poco Lola Flores de rave.  Nianonaaaaaaa!!!
Con esta selección de temazos y la lagrimilla aún asomando en nuestros ojos, solo podemos decir, Manolo, te recordaremos en cada verbena. Como un gran fiestero, has dicho adiós en Benidorm, y yo me quedo con esta frase: "Yo hago canciones para que la gente baile y lo pase bien, para que no se acuerden de los problemas de todos los días". ¡Olé! Te haremos caso, entonces.

                                                                                                                   ...acércate un poquito, Salomé*

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

No olvides que...


Todo esto es tan teenager..


Siempre con el corazón contento