Ay qué pena penita pena, hoy
estamos muy de luto en el sector verbenístico coplero. Como todos sabéis, se
nos ha ido Manolo Escobar, un asiduo de todo sarao que se precie, en su versión
física, versioneada o grabada. ¡Snifsnif!
En el parte de mediodía todo eran palabras
de recuerdo hacia el señor Escobar, que, como no podía ser de otra manera,
empezó su carrera cantando en bodas y bautizos. Se le veía venir, y desde
entonces no ha faltado en ninguna fiesta post boda. Ya cuando empezaban las
primeras notas de su pasodoble más famoso, "Qué viva España", la canción que más
veces ha sonado en bailes cañís junto con "Los Pajaritos" de María Jesús y su acordeón, sentías que te recorría por el cuerpo un ansia imparable de arrimarte a cualquier Fred Astair de puro y caracoles y darte un gustito moviendo el bullarengue y
cantando esa frase, hoy tan denostada que decía "¡...y España es la mejor!" Tirititititititi ¡¡chispun!!
Cuando era pequeña me producía
una sensación extraña de no entender la famosa "Mi carro". Quién es este señor. Por
qué ha perdido un carro en plenos años 80. Dónde pensaba ir con él, y con sus
bueyes, claro. Quién pierde un carro hoy día así de fácilmente. Qué peana llevabas. Se habrá olvidado de dónde lo aparcó, claro. Cumpliendo años empecé a recapacitar si no sería una
manera coloquial viejuna de llamar a su vehículo (los años del Príncipe de Bel Air hicieron mucho daño en nuestro vocabulario adolescente chulesco del oeste
de Filadelfia), así como buga, tartana, 4 latas, cafetera, cacharro, la
macchina é molto picola… Vamos, que el tema sería como una versión antigua de Colega, dónde está mi coche, y no un carro cualquiera, uno tunning con los clavos
relucientes de oro, ojo. Ahora siento que jamás podré preguntarle esa duda, y
nunca sabré si Manolo era un moderno adelantado a su tiempo como Camilo Sesto con
su "Mola mazo" o hablaba más bien de un boyero asaltado por unos bandoleros en un
camino (aunque para patillas, las suyas).
Otra canción que me producía
inquietud siendo niña es "La minifalda". Otra vez mil preguntas, sobre todo
por no haber asistido jamás (me llena de orgullo y satisfacción decir esto) a
una corrida de toros. La minifalda. Claro, con los años me he dado cuenta de lo
picante de la situación, que no por ello menos machista, Manolitooo. Pero bueno,
la cuestión era apelar de manera simpática al piropo de obrero, que es muy de
esta tierra que nos ha visto nacer.
Manolo no fue hombre de
moderneces, nunca traicionó a su peinado ni se unió a los yeyés musicalmente hablando,
no perdió nunca ese tono de radio antigua, sino que fue más de apariciones
tranquilitas a la vera de Carmen Sevilla y Parada en Cine de Barrio. No digo yo
que ahora mismo su "Me voy pal campo" (con toque un poco maquinero, todo sea
dicho) no esté de actualidad, que yo me uniría bien a gusto al neorruralismo y
a ir de verbena en verbena de pueblo, y eso es así. Gracias Manolo por ese temón.
Como dicen los típicos
vecinos y paisanos de la quinta que han sido preguntados por la tele en estos duros momentos, era un gran artista. Y aquí quiero hacer un inciso. Ya no se
dice artistas. Hay señoras que dicen artista, cuando hablan de Sara Montiel, Elvis o el Dúo Dinámico. Luego hay un vacío generacional y ya solo se llama
artista al que hace arte, pincel en mano por ejemplo. Esto es porque antes,
un coplero o cantante de otro palo, si era guapete (gusto según la época) le
metían a hacer pelis. Ya no se estila esto y quiero hacer un llamamiento desde
aquí para que vuelva esta costumbre que se ha dejado de lado desde las Spice Girls.
Quiero ver a Pony Bravo en un superestreno titulado Noche de setas: The Movie, por
ejemplo. He dicho.
Volviendo a Manolo Escobar, hubo
un momento clave en que el siglo XXI le ha mirado a los ojos. Cuando Pitbull
coge una de tus canciones y hace un mix, ahí lo tienes. Has pasado a la
historia del yatusabeh.
Para terminar he de decir que mi
canción favorita es el infinito "Porompompero". Puedes estar eternamente cantando
esto, hasta que acabes en una habitación acolchada. Pero a mi, como que se me
van los pies, me remango la falda y no necesito partenaire ninguno, las palmas
se me van solas y me agarra un escorzo de espalda ancestral que quiere ser un
poco Lola Flores de rave. Nianonaaaaaaa!!!
Con esta selección de temazos y la lagrimilla aún asomando en nuestros ojos, solo podemos decir, Manolo, te recordaremos en cada verbena. Como un gran fiestero, has dicho adiós en Benidorm, y yo me quedo con esta frase: "Yo hago canciones para que la gente baile y lo pase bien, para que no se acuerden de los problemas de todos los días". ¡Olé! Te haremos caso, entonces.
...acércate un poquito, Salomé*
...acércate un poquito, Salomé*
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