No te quieres enterar…
… pero uno de los actos
verbeneros más controvertidos ha sido, es, y será, el cumpleaños.
Hay dos tipos de personas: los
que lo celebran y los que no. A nosotras nos gustan más los primeros, por lo
que sea.
Pero, amigo verbenero, si te
pones a celebrar tu cumpleaños y no quieres quedar como un pringado, o te lo
montas bien, o corres el riesgo de la vergüenza durante un año entero, hasta
volver a tener una oportunidad de volver a levantar la cabeza.
Una servidora, siempre informando
para los entusiasmados lectores, fue el fin de semana pasado a una fiesta de
cumpleaños portodoloalto, una de verdad, una envidiable, una de las que se
recordarán para siempre, una de las que el mundo entero hablará durante un año.
Y para que vosotros aprendáis y consigáis el efecto esperado en vuestro próximo
aniversario, aquí van las instrucciones básicas para hacer de tu fiesta un
éxito:
- Invita a todo pichichi. No es broma. Que todo el mundo esté invitado. Y cuantas más nacionalidades, mejor (si además eres un personaje famoso en la ciudad, vale, pues va a haber mucha afluencia, pero bueno, si no lo eres también funciona igual). Si no conoces mucha gente, deja que tus invitados traigan amigos (pero con cuidado, que no se vaya de las manos…).
- Alquila un bar para ti solo. Si el bar en cuestión ha cerrado y hace un año que no abre sus puertas al público, ve, cómeles la oreja, diles que las mejores fiestas solo pueden ser allí, y obliga a que esa noche trabajen para ti (true story).
- Sé original. ¿Qué es eso de: mi fiesta es a las 9? Nada. Hora oficial de inicio de evento: las 22:22, el día 22. Luego que cada uno llegue cuando quiera.
- Ignora completamente la nieve y los 10 grados bajo cero de la calle: ambienta tu fiesta en Cuba.
- Obliga a que la única bebida de la noche sea en formato chupito. Luego no intentes matar al personal y prepara chupitos de Cuba Libre o de Mojito (porque estamos en Cuba, solo podemos beber ron), algo mezcladito, pero solo chupitos. Ah, tú pagas, claro. Bebida gratis para todo el mundo.
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| La camiseta obligada |
- Nada más que lleguen los participantes, dales una camiseta (a elegir color y talla, y no olvides, por mucho que en la reprografía te salgan más baratas si no es así, que las mujeres son pequeñas y vienen a una fiesta para estar monas, no para acabar vistiendo una XL) con un Excel en la espalda en el que tienen que marcar cuántos chupitos van bebiendo.
- Obliga a hacer amigos, para los tímidos. Explica las reglas de tu camiseta: los tres primeros chupitos te los tomas con tus amigos. A partir de ahí, cada fila te la tienes que tomar con alguien diferente (ver fotografía adjunta para mejor entendimiento).
- Consigue que el grupo de música más conocido toque en tu fiesta tres o cuatro canciones. Deja que el público se venga arriba. Después saca a tu propio grupo y cántate tú las canciones que creas necesarias, que para eso es tu fiesta.
- Que haya comida siempre. Y tarta, que esto es un cumpleaños (chocolate siempre es una buena apuesta, pero pon otra de queso para los raritos).
- Una vez que acaben los conciertos, dile al pincha que se marque únicamente temazos cubanos, salseros, rumbitas, bachatas, merengues. Que el ritmo no pare y nadie se crea en otro lugar.
- Despreocúpate. Tus amigos están a gusto. Haz lo que quieras y deja la fiesta cuando te apetezca, nadie lo va a notar. Si has invitado a tu profesora de español, probablemente sea ella la que cierre el bar cuando ya no quede nadie y le duelan las caderas de tanto baile que se ha echado con gente que al día siguiente no recordará, así que no temas, entonces sabrás que la fiesta ha sido un éxito.
Solo añadir que aquel día, la que
suscribe, descubrió a qué hora amanece en esta ciudad.
Ye, ye, ye!
