Se te nota en la mirada...
Pocas razones nos han llevado a lo largo del tiempo a visitar VillaSatán. Vale, es verdad que muchas raves han empezado allí y que incluso algunos hemos vivido grandes noches que pasarán a los recuerdos de una época universitaria que a veces nos empeñamos en no abandonar. Sea como fuere, VillaSatán (o Valladolor, como usted prefiera) dio un llamacuelga a nuestro duodeno allá por agosto con un sugerente cartel y un nombre que ni fu ni fa. El Intro era la cita obligada con la que asumiríamos que Winter is aquí y ahora. La manera de revivir lo vivido este verano, aunque con más ropa.
Pocas razones nos han llevado a lo largo del tiempo a visitar VillaSatán. Vale, es verdad que muchas raves han empezado allí y que incluso algunos hemos vivido grandes noches que pasarán a los recuerdos de una época universitaria que a veces nos empeñamos en no abandonar. Sea como fuere, VillaSatán (o Valladolor, como usted prefiera) dio un llamacuelga a nuestro duodeno allá por agosto con un sugerente cartel y un nombre que ni fu ni fa. El Intro era la cita obligada con la que asumiríamos que Winter is aquí y ahora. La manera de revivir lo vivido este verano, aunque con más ropa.
Te toco Turnedo en la primera cita. Y la canción también. |
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Registradoooorrr de los años ochentaaa |
Antes de esto habían tocado los Cyan, que dejamos para otra
ocasión por cuestión de horario y a los que mandamos un
saludomuyfuerteyafectuoso desde aquí. Que luego también estuvo EmeDj, pero con
lo visto en el Arenal íbamos sobrados.
Foto imprescindible |
La mañana del sábado amanecía tranquila y las ganas de
verbena llamaban al desenfreno desde el minuto uno. Era sábado y teníamos más
ganas de darlo todo que la seleçao brasileira.
Mirando a la Sierra a eso de las cinco de la tarde, el Niño
y su amigo se conjuraron: no cabía lugar a error de ningún tipo. Operación a
corazón abierto. Bisturí? BISTURI! Tijeras? TIJERAS! Gasas? DE NADA.
Parada técnica en Eroski para hacernos con alpiste y a
correr. Valladolid nos esperaba con la noche cubriéndolo todo y las ganas de
petarlo a flor de piel. El plan parecía claro, de manual incluso: beber lo
comprado y entrar al festival con todo el on fire arriba. Pero claro, los
cuerpos de seguridad (a los que desde Verbena en Vena mandamos otro
saludomuyafectuoso) impedían eso del beber en la calle. Visto el frío,
reinventamos el concepto y nos metimos al coche con bien de temazos y bien de
alpiste. No hace falta decir que al Niño y a su amigo al cabo de una hora se
les fue de las manos, bajando las ventanillas, cantándolo todo e increpando al
que pasaba y no raveaba. Somos así.
Jelou evribadi |
Barbotas sintiéndose sexy y haciéndoselo sentir a la peña |
A partir de este estado, de notable euforia, cabe recordar
ese momento ÉPICO de Los Simpsons en el que Homer intenta relatar lo que pasó
la noche anterior y le falla la memoria.
Vinieron nuestros queridísimos Love of Lesbian y ya la rave
fue extrema. Cantando y todo. A darle. Más. Ponme otra. Cierto es que echamos
en falta Incendios de Nieve, que es muy de cantarla abrazaíco al compañero de
festival que te hayas echado en ese momento. Pero moló como lo han molado
fuerte en todos los conciertos que nos hemos merendado este verano intenso.
Lo demás es ver un poquito de Los Castizos (lo justo) y
salir por Pucelandia, que a consecuencia del festival tenía un ambiente
notable. Que bello es vivir y que rápido llega el invierno, copón.
Dormimos en el coche de la rave, que igual pa un roto que pa
un descosido. Olé él.
Te ha acompañado la suerte...